Que rija el Imperio de la Ley.

martes, 29 de diciembre de 2009

La familia y alguno más

  Manifestación-Homilía, todo en uno, el pasado domingo en la plaza de Lima de Madrid. La consiguiente guerra de cifras me hacen pensar que pudo más la manifestación que la homilía. La denominación oficial, Misa por la Familia, es muy descriptiva de lo que se pudo oir en el evento:  
-"ese otro lenguaje de los diversos modelos de familia, que parece adueñarse, avasallador y sin réplica alguna, de la mentalidad y de la cultura de nuestro tiempo, no responde a la verdad natural de la familia."
-"La actualidad del matrimonio y de la familia en los países europeos está marcada por la facilitación jurídica del divorcio hasta extremos impensables hasta hace poco tiempo y asimilables al repudio; por la aceptación creciente de la difuminación, cuando no de la eliminación, primero cultural y luego legal de la consideración del matrimonio como la unión irrevocable de un varón y una mujer en íntima comunidad de amor y de vida, abierta a la procreación de los hijos."
   Afortunadamente en el mundo occidental, en las sociedades abiertas, sobre todo en los países europeos a los que el Sr. Rouco Varela se refiere, las creencias religiosas y las costumbres morales que de ellas se derivan son un asunto privado de custodia pública. El Estado sólo garantiza que cada ciudadano pueda ejercer su libertad religiosa sin cortapisas. Y con el único límite del respeto a la ley.
   La Iglesia Católica contempla el matrimonio como la unión  indisoluble de un varón y una hembra para procrear, pero el Señor Rouco Varela comprenderá que el Estado legisle más allá de su peculiar concepción para que todos los ciudadanos, creyentes o no, podamos tener seguridad jurídica manque nuestra opción de familia no sea la verdadera a los ojos de su Iglesia. No se trata de imponer un modelo de familia, o de convivencia, simplemente se trata de legislar situaciones que de hecho se producen más allá de las creencias particulares de cada ciudadano. Y a partir de ahí, que cada cual actúe como bien entienda. Y a quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga.
   Sería más comprensible que el Señor Rouco Varela abroncase a los miembros de su congregación que viven fuera de la familia verdadera. O que condenase a arder en el infierno (no podría asegurar si ahora la doctrina oficial confirma o niega su existencia) a todos los católicos de encuesta que se divorcian y no tienen recursos para que La Rota certifique que su matrimonio no era válido. Pero si esto hiciese supongo que la guerra de cifras de la próxima Homilía-Manifestación estaría perdida de antemano, y no corren buenos tiempos para contar con menos miembros para financiarse.
   A Dios rogando...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

No quiero ser malpensado pero... ¿por qué esa insistencia de partidos declaradamente republicanos, como Izquierda Unida, en que Don Juan Carlos intervenga para solucionar el asunto Aminetu Haidar?
¿Prefieren que el monarca en lugar del Gobierno, como corresponde, sea al final responsable del desenlace de esta triste huelga de hambre?  Pero, si son republicanos ¿cómo es que quieren ahora que el Rey se exceda en sus funciones?
Estoy absolutamente con el Gobierno, que ha repetido por enésima vez ésta tarde que le dejen actuar porque...es un asunto de su competencia. Desde luego España se ha visto envuelta en una situación diabólica en la que tiene todo que perder, nada que ganar y además un estrecho margen de maniobra. Confiemos, aunque la trayectoria en política exterior de Rodríguez Zapatero no invita en absoluto al optimismo, en que las gestiones lleven a buen puerto y se pueda salvar la vida de Aminetu sin que por ello se enturbien nuestras siempre delicadas pero necesarias buenas relaciones con Marruecos.
Uno de los problemas de la Segunda República, ese régimen impulsado por unos pocos y voluntariosos patriotas que buscaban la modernización de España y que fue absolutamente desbordado por unos extremos que tenían prioridades que no eran de este mundo (hablaremos otro día, largo y tendido), uno de los múltiples problemas decía, es que se obligó al Jefe del Estado, a Don Niceto Alcalá Zamora,  a borbonear (dicho esto con el debido respeto)  es decir a excederse del papel que la Constitución esperaba de la Institución. Estoy seguro que Don Juan Carlos, que de facto es más republicano que muchos de los republicanos oficiales que sufrimos en este país, les oirá perplejo, evitando una sonrisa socarrona por la gravedad del asunto, mientras espera, lealmente, las peticiones del Gobierno si es que éstas no se han producido.

jueves, 10 de diciembre de 2009

VolkEditorial

Editorial conjunta nada menos que de doce periódicos en Cataluña para indicar al Tribunal Constitucional lo que ha de hacer, a la que se adhieren inmediatamente centenares de instituciones de todo tipo, que se dicen representativas de la sociedad civil catalana.
El espíritu del pueblo ha encontrado al fin un heraldo, o mejor doce, a través del cual expresarse. Que esos doce heraldos sean cofinanciados por la Generalitat ha de considerarse algo meramente circunstancial. Y que gran parte de esas instituciones representativas del Volk Catalá también participen en el reparto tampoco nos ha de hacer sospechar. El clientelismo asociado al regionalismo periférico es un fenómeno que apenas ha sufrido España en los dos últimos siglos.
Si no nos lo tomamos en broma, el asunto es demasiado serio. ¿Realmente creen lo que escriben o sólo es una forma de agradecimiento? Y lo que es más importante ¿creen de veras poder hablar en nombre de (la dignidad) de Cataluña? Pero ¿qué broma es ésta?.
Hablan de una Segunda Transición, de la evolución del Estado de las Autonomías, y yo creo que más bien podríamos hablar de una segunda regresión. La primera ya se dió en la Europa de entreguerras.
Después de 40 millones de muertos, podríamos aprender que aquellas doctrinas que anteponen la tribu al individuo, el pueblo al ciudadano, tienen un cierto peligro. Porque el concepto de Volk, que es el que mejor se adecúa al concepto de Cataluña amenazada por el Tribunal Constitucional por obra y gracia del PP que recoge el Volkeditorial de los doce Heraldos, hoy vale para coaccionar al Tribunal que ha de defender las reglas del juego de un Estado democrático, y mañana vale para una secesión por aclamación popular. Porque, en definitiva, en política, el Pueblo es un concepto oscuro, subjetivo y sin embargo la ley está escrita y por lo tanto es objetiva. Tan objetiva es que hasta su interpretación está perfectamente pautada. Y en democracia lo primordial es el procedimiento, el respeto a las reglas del juego, el imperio de la ley.
Contraponer ley, identificándola con la bicha (España), a soberanía (Catalana) es una irresponsabilidad que puede generar violencia política. Se deslegitima un Estado democrático y se le contrapone un concepto mítico totalmente desfasado.
Pero creo que es mejor no tomarlo en serio, y ver en estas bochornosas líneas nada más que una transacción económica entre una prensa subvencionada y un (auto)gobierno amenzado por las urnas.
Imaginen que este año ganamos el mundial. Qué mal lo van a pasar algunos cuando la ciudadanía, engañada por agentes de la caverna mediática españolista, vuelva a inundar las calles de la Patria con esas banderas rojigualdas opresoras. En esos días, esperaré otra Volkeditorial que nos explique ese fenómeno paranormal y que de paso también explique por qué la Monumental se llena de invasores.


domingo, 6 de diciembre de 2009

Sin dirección

Estas últimas semanas nos han mostrado muchas de las miserias del gobierno de Zapatero. Me he fijado en tres claves, y aunque no están todas las que son, sí que son todas las que están.

Primero.  Proyectos Irreales, influencia nula.
Hemos asistido a la presentación de un proyecto nada más y nada menos que para cambiar el modelo productivo español que no ha recabado un sólo apoyo no socialista en el Congreso y ha sido catalogado por el resto de grupos parlamentarios, incluso por los proveedores habituales (votos a un precio cada vez más alto), como un brindis al sol cuya influencia real en la marcha de la economía española será nula. Parece claro que la inacción del ejecutivo en cuanto a medidas económicas reales se refiere nos retrasa sine die el punto de inflexión de nuestra superación de la crisis. En lugar de liderar el debate nacional para el cambio de rumbo que necesita nuestra economía, el gobierno se sitúa como un incómodo obstáculo que entorpece la recuperación y que además impide una reflexión seria, no sectaria, acerca de la situación en la que nos encontramos y las soluciones posibles. La Ley de Economía Sostenible es el equivalente en clave nacional a lo que representa  la Alianza de Civilizaciones en clave internacional. Son proyectos más propios de una oposición que no aspira a llegar al poder en un futuro próximo que de un gobierno en ejercicio.

Segundo, Descoordinación y Mediocridad.
El segundo gabinete de Zapatero se caracteriza por una pérdida constante de sus recursos humanos. Un presidente cada vez más errático, que no tiene ningún rubor en quitar autoridad al ministro de turno, y tres vicepresidentes (nada menos) que lejos de coordinar a los integrantes del Consejo de Ministros, no sabría precisar de una forma aún indeterminada a qué se dedican. Esta semana ha quedado desacreditada, no sé a qué espera para dimitir, la ministra de Cultura. La anterior fue la de Defensa.  Los ex-ministros  huyen despavoridos del Congreso de los Diputados. Por otra parte, la vicepresidenta primera se enzarza con el grupo parlamentario socialista a cuenta de la retirada de las cruces de los colegios, un debate muy urgente y necesario dado el excelente estado de la Educación en España y la facilidad demostrada en los últimos treinta años para llegar a un modelo educativo de consenso que dure más de una legislatura. Da la impresión que alrededor de un presidente falto de un proyecto claro, y que a cada instante tiene que variar el rumbo tomado por un golpe de viento inesperardo, solo pueden ir quedando ministros de una capacitación política menor, con pocas cosas que hacer fuera del Partido.

Tercero. Cortinas de humo incendiarias.
La crisis arrecia, los números cantan y ya no funciona el culpabilizar al enemigo. Pero por intentarlo que no quede. Sacan del baúl de los recuerdos el aborto, aunque no figure en el programa electoral que se presentó a las elecciones. Y como con  cualquier ley del aborto razonable hay peligro de consenso, porque manque les pese el aborto es aceptado por la mayoría de la sociedad española,  se incluye algún sinsentido que neutralice el peligro de consenso, como por ejemplo hacer mayores de edad a las niñas de dieciséis años para abortar. Tienen un problema y es que la oposición, aunque tarde, se ha dado cuenta y no entra al trapo. Y claro, no es lo mismo porque cada cortina de humo tiene una duración más corta y los asuntos se van acabando.