Que rija el Imperio de la Ley.

martes, 12 de enero de 2010

La terca realidad

   La mejor noticia política nacional del año pasado, sin duda, es el pacto PSOE-PP que hizo posible un cambio de inquilino en Ajuria Enea. Algo que a muchos pesimistas les parecía política ficción no ha más de una año, además de darnos la primera alegría que fue la propia constitución del Gobierno de Patxi López, nos ha seguido dando grandes satisfacciones que han dado al traste con las predicciones interesadas que le daban un corto periodo de vida marcado por la inacción.
  Antes al contrario, en menos de una año, sin prisa y sin pausa; con normalidad absoluta y sin estridencia alguna, se ha ido desmontando un conjunto de ignominias asentadas en el País Vasco a lo largo de muchos años, años de plomo, que afortunadamente cada vez lo son menos, y que según se vayan deslizando desde el cajón de la Actualidad al cajón de la Historia pondrán aún más en claro las numerosas injusticias cometidas con las víctimas del terrorismo y del chantaje. Queda por hacer, pero se ha variado el rumbo y desde luego estamos en una situación mejor que hace un año.
   Ya la toma de posesión como lehendakari marcó unas nuevas formas que nos dejaron adivinar que el nuevo gobierno optaba desde el principio por marcar diferencias con respecto a sus antecesores en el cargo. Compromiso de lealtad a la Corona, al Estatuto de autonomía y a las demás leyes vigentes. Tomar el cargo como "representante oridinario del Estado en el País Vasco" y hacerlo en la Casa de Juntas, en lugar de hacerlo bajo el árbol de Guérnica. Suprimir la referencia religiosa, "ante Dios humillado" por  "ante vosotros, representantes de la ciudadanía" y "desde el respeto a la ley". Sí, efectivamenete se podrá pensar que es una cuestión de formas, pero es que, como ya sabéis, las formas son tan importantes en una democracia...
   Además de ésta cuestión de la toma de posesión, tan estética pero al mismo timepo tan cargada de ética, será que es verdad aquello de que no hay ética sin estética, hemos asistido emocionados a varias determinaciones de este gobierno en las cuales se pretende cercenar el espacio público a la propaganda terrorista que, fruto de esta determinación política, ya no campa a sus anchas por las calles del País Vasco. Solo quiero, en este momento en el cual la dignidad política se impone después de muchos años de insultante ignorancia, recordar a tantos inocentes que han dado su vida por los derechos humanos y la democracia, a tanto héroe anónimo víctima del totalitarismo mejor tratado en Europa desde que cayó el Reich de los Mil Años, que no ha dudado ni un momento en  militar a favor de los derechos humanos en lugar de "derechos" colectivos y milenarios contrarios a la  civilización.
A todos ellos gracias inmensas por tratar de traer la civilización política a uno de los últmos lugares de Europa Occidental en que la echamos en falta.